jueves, 14 de marzo de 2013

Desde el periodismo: con la pasión de la Verdad (+Video)

(Mi homenaje a todos los colegas de la prensa cubana en su día)

Soy parte de la prensa cubana y eso me enorgullece.  Lo digo en todos lados. Siempre lo he sentido así, desde que era estudiante. Y eso no significa que todas mis experiencias hayan sido  positivas, pero he sentido mucho amor, entrega y honestidad en lo que se hace. Además, hemos tenido el privilegio y el enorme reto de acompañar un proceso social único y en construcción hace más de 50 años, porque somos parte de un pueblo que lucha todos los días por la mayor justicia social.
Cometemos errores, aún somos muy triunfalistas, no siempre hablamos de los desaciertos, tenemos un compromiso enorme en el que centrarnos más: dar una visión más abarcadora e integral de la realidad cubana, de nuestra cotidianidad, de las cosas que pueden parecer simples, y sin embargo, son parte importante de la vida de los cubanos.
Un periodismo que se parezca a nuestros tiempos, podría ser la definición de lo que se necesita. Diría más: un periodismo acorde al socialismo de hoy, al que construimos para mañana, pero más “revolucionario” en la más alta dimensión de la palabra. En otras palabras, más activo, creativo, menos estrecho y enmarcado, más profesional y efectivo, más reflexivo y dinámico, más realista, más cubano.
También está en nosotros, los periodistas más jóvenes, aprender más del pasado, buscar en nuestra historia, en los profesionales de mayor sabiduría y experiencia, perspicacia y astucia, y retomar más el trabajo en equipo, pensado y repensado, para llevarlo a nuestras nuevas formas de ver la Cuba de hoy, pero sobre todo, a los temas que más preocupan y ocupan a nuestra población.
Cuba cambia, eso está claro, y para bien. Pero el mundo está cada vez más revuelto, más difícil de entender. Los sentimientos de odio, rencor y ansias de poder siguen moviendo a muchas élites. La enajenación, la falta de solidaridad humanas y los peores sentimientos imperiales no cesan de atacar. Pero nosotros y Latinoamérica somos la otra imagen de cuánto de bien se puede hacer y cuánto falta aún por construir para el futuro.
Queda entonces también en nuestras manos llevar estas reflexiones a nuestro entorno, a lo que hacemos diariamente y a la deuda enorme que tenemos con los que nos formaron y especialmente, con nuestros hijos y nietos. El mundo de hoy debe ser salvado y reconstruido también por nosotros. La prensa tiene en ello un papel vital.
A todos los colegas cubanos: el agradecimiento, el abrazo infinito, la fuerza y la unidad de todos por todos. Sigamos entonces, a pesar de los tropiezos y obstáculos, con la “pasión de la verdad”.

 

Ver opiniones de otros colegas en: 
Periodismo cubano: los periodistas tienen la palabra, del Portal Cubahora.

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