Sandy: Reflexiones sobre un huracán "atípico"

Huracán Sandy a punto de tocar tierra cubana

Cualquiera díría que los cubanos estamos preparados para enfrentar fenómenos naturales como el que acaba de azotar el oriente del país. Casi todos los años - durante la temporada ciclónica: 1 junio / 30 noviembre-  más de uno nos visita y en la mayoría de los casos deja a su paso destrucción y dolor, imponiendo la fuerza atroz de la naturaleza ante la mano del hombre y obligándonos a levantarnos una y otra vez sobre lo perdido.
Pero este huracán Sandy, será recordado durante mucho tiempo por los cubanos. La pérdida de 11 de nuestros hermanos es algo bastante doloroso, eso si no puede resarcirse con nada. Y solo la esperanza de ver salir el sol, de trabajar juntos nuevamente en pos de reconstruir lo perdido, de levantar lo nuevo donde no quedó nada, la mano y la palabra de aliento del familiar, el amigo, el vecino, o ver otra vida nacer en medio de la nada, alimenta el espíritu y es bálsamo para la angustia.
De este tipo de fenómenos naturales hemos aprendido todos con el paso de los años y más allá de los planes de la Defensa Civil, del gobierno en cada territorio para garantizar las medidas para salvaguardar las vidas humanas y los recursos materiales en todo el país ante la llegada de estos eventos indeseados, las propias familias, las personas también toman sus propias precacuciones, aunque siempre hay imprudencias, demoras y hasta un poco de ingenuidad. El peligro a veces se ve  lejano, ajeno, no se magnifica lo que podría ocasionar realmente.
 Sandy llegó a Cuba con categoría 2, con vientos máximos sostenidos de 175 kilómetros por horas y rachas que superaban los 200. En la estación meteorológica de La Gran Piedra, en Santiago, que está a unos 1 300 metros de altura, se reportaron rachas de hasta 245 kilómetros por hora.
  Según los especialistas del Instituto de Meteorología de Cuba, deja también entre nosotros varias incógnitas para reflexionar, por eso lo han calificado como un fenómeno "atípico". Estas son las razones que esgrimió el Dr. José Rubiera, director del Centro de Pronósticos este jueves en la Mesa Redonda de la TVC para calificarlo así.  

o   En mi memoria solo recuerdo un huracán, cuyo centro haya pasado por Santiago de Cuba, el Ela, en 1958, con categoría 1. Pero con trayectoria de sur a norte como el Sandy, y tan intenso, creo que no ha habido ninguno.o  

o   A las seis de la mañana de este jueves Sandy salió al mar por Cabo Lucrecia, provincia de Holguín, aunque, curiosamente, sin debilitarse.

o   Este huracán tenía una estructura vertical muy sólida, desde la superficie hasta la altura, que era como si fuera un tubo. Mantuvo el ojo en todo el trayecto y su estructura intacta. Pasó por la Sierra Maestra y ni se enteró. Salió al mar también como categoría 2, y el viento y la presión solo habían ascendido ligeramente.

o   A pesar de eso, la velocidad de traslación fue favorable para nuestro país. Atravesó la región oriental con un rumbo casi norte a 30 kilómetros por hora. Demoró cinco horas. Si hubiese sido más lento el resultado hubiese sido peor, por el efecto combinado de lluvia y viento.

Parque Céspedes de Santiago de Cuba, tras el paso de Sandy

En el caso de la ciudad de Santiago de Cuba, centro urbano más afectado, el Dr. Rubiera explicó que esta urbe quedó  a la derecha de la trayectoria del huracán, donde los vientos son más fuertes. Además, en las estructuras de las zonas urbanas hacen que se formen encajonamientos de vientos. En los caminos más estrechos este corre más fuerte, como mismo pasa en los ríos, que mientras más delgado sea el cauce, más rápido circula el agua. Pero Santiago también tenía el agravante de no ser una ciudad llana sino accidentada.
Finalmente, nos dejó una reflexión: "Están ocurriendo cambios que pueden estar relacionados con el propio cambio climático. Y ante ellos debemos ser cada vez más ágiles. No podemos pensar ya que los huracanes son fenómenos exclusivos del occidente y el centro de Cuba".

(Con información del diario Juventud Rebelde)