Fotos: Analeida Puerto
Abril nos abrió sus puertas hace
apenas unos días y con él, muchos son los buenos augurios. En las
calles, pueblos, barrios, centros de trabajo y hasta en las redes
sociales de Internet, se habla de la significación de este mes.
En La Habana, en estos días se respiran nuevos
aires. El sol amanece más tarde pero bien fuerte, el mar parece más
azul, el cielo más despejado y las temperaturas nos dejan entrever el
fuerte verano que se avecina.
Bien temprano en las mañanas, los padres se
apresuran para llevar a sus niños a las escuelas o círculos infantiles,
los estudiantes van a sus centros de enseñanza, los menos jóvenes hacen
ejercicios en los parques o conversan animados al esperar la
cola para comprar el periódico, las guaguas se llenan de personas que
van al trabajo y no pocos suelen sacar a sus animales domésticos a
pasear, mientras toman los primeros aires del día.
Hasta lo que pudiera parecer insignificante,
resulta hermoso por estos días. ¿Acaso será verdad que Abril renueva las
energías, las buenas vibras, las esperanzas y los deseos de construir,
de forjar, de ser mejores?
Al preguntarle a algunos amigos cómo definirían el
mes de Abril, muchas y variadas fueron las respuestas. Alguien me dijo
que en este mes era el cumpleaños de su hermano; otro señaló la importancia de tomarse
un receso durante la llamada Semana de la Victoria —también de receso
docente en todas las escuelas y universidades del país-—y así visitar a
sus padres.
Alguien me recordó aquella melodía de Sabina que
interrogaba sobre “quién me ha robado el mes de Abril” y una amiga lo
nombraba “mes portón”, pues según ella era mejor pensar siempre en “abrir”: “Empieza
la primavera, con Girón inauguramos Nuestra Primera Victoria, como dice
Sara, y la Juventud celebra su andar de abre-caminos”, resumía.
Otro amigo dijo que Abril es
siempre un mes joven, de fiesta joven, de deseos de vivir, pues cuando
parece que la primavera no llegará, se vuelve heroico, verde y azul y te
carga el alma de patriotismo. Luego, con el pasar de los días, se va
poniendo florido, tierno, hasta que termina siendo nuevamente alegría.
Este Abril parece ser también
especial, porque de un lado a otro de este archipiélago y más allá,
disfrutamos el play off de la “pasión de los cubanos”, de la Serie Nacional de Béisbol.
Sin dudas, Abril seduce,
encanta, florece y nos invita a la paz, a la reflexión, a pensar en ser
mejores por nuestros propios esfuerzos, a buscar nuevos caminos, a
celebrar lo que somos, lo que tenemos y a repensar hacia dónde vamos.
Pero también nos invita al amor,
a la amistad, a los reencuentros, a darle valor a las hojas caídas de
los árboles, a las nuevas florecitas que se asoman, a los sueños dejados
a un lado, a las nuevas puertas que queremos abrir.
Definitivamente, eso es Abril,
un mes lindo, único por su colorido, semejante a una eterna primavera en
la que renacen hermosos sentimientos. Entre luchas, sueños, anhelos y
victorias, Abril es también para Cuba, una hermosa canción.
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