miércoles, 26 de diciembre de 2012

Si volviera a nacer, sería maestro nuevamente (+ Video)

El sistema educacional cubano cuenta con más de doscientos sesenta maestros ambulantes vinculados a niños con discapacidades intelectuales y motrices. Hombres y mujeres que durante casi todos los días de su vida, llegan hasta los hogares de niños con discapacidades físico - motoras a llevarles la luz de la enseñanza y más que eso, el amor, el cariño y la educación que no pueden recibir en las escuelas, como el resto de los infantes.

Para los pequeños y adolescentes, estos maestros de y por la vida se convierten en padres, amigos, compañeros, hermanos de lucha indispensables para su formación, integración y desempeño social, sin importar los riesgos, las distancias, los sacrificios que deban hacer por un futuro mejor para estos seres que tanto los necesitan.

Conocí a uno de estos maestros imprescindibles a través de un material de la televisión cubana: un hombre llamado Mario Triana ha dedicado más de 45 años de su vida a esta labor de incalculable valor humano, impagable e infinita como el amor que reciben los que han sido o son hoy sus alumnos.

A propósito de la jornada por el Día del Educador, que hace unos días concluyó, lo comparto con ustedes, siendo este un homenaje a todos aquellos que en muchas partes de Cuba y el mundo dan su tiempo y su alma para enseñar, educar, amar.

         

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