Tal parecía
que había llegado el invierno a Cuba, al menos para el occidente del país y no
solo por los pronósticos meteorológicos, sino por las bajas temperaturas que
vivimos el lunes y martes pasados, especialmente en la capital.
Realmente
ya muchos lo esperábamos, si tenemos en cuenta que a estas alturas del año ni
un asomo de frío se había sentido aún en el Archipiélago y los termómetros
marcaban las mismas cifras que en los meses de verano más intensos, Julio y
Agosto.
Durante
estos días, las redes sociales, los medios de prensa, Internet y hasta la
televisión reportan a cada momento las cifras récords de hasta -50 grados
Celsius que sufren los norteamericanos, ya durante varias jornadas, provocando
alertas del gobierno, calles, escuelas, centros comerciales y de trabajo
totalmente cerrados y hasta paralizaciones en el tráfico, afectaciones al
fluido eléctrico.
Y si
de imágenes se trata, para qué repetir lo que se observa: la nieve se había apoderado
de ciudades completas como Chicago, en las que los puentes, estatuas y
estacionamientos de autos parecen escenas de películas o de pesadillas que a
veces no queremos ni recordar.
Otras
noticias anunciaban el cese de las semanas de lluvias que tanto destrozo habían
causado en Brasil. Una colega de viaje en Argentina me cuenta que es casi
irresistible la ola de calor que azota al país sureño que molesta incluso a
ella que proviene de la tierra caliente de Santiago Cuba.
En
Cuba ya tuvimos –algunos dirían “al fin”- dos días de frío. Los especialistas
explicaron que se sentirían en el cuerpo aún más bajas las temperaturas por la
masa de aire que estaba sobre nuestro territorio, proveniente del Norte, y a
ello se sumó la lluvia incesante que nos dejaba una gran humedad. Muchos
hablaron de la llegada del invierno, de usar abrigos por primera vez este año,
aunque para otros esto quedó solo en un anhelo.
El
bloguero y amigo Luis Ernesto Ruiz Martínez, residente en la oriental provincia
de Holguín escribió este lunes en su blog Visión
desde Cuba, que al parecer el fatalismo de vivir en tierra caliente los
privaría esta vez de poder sacar los abrigos como ya hacían los habaneros y agregaba:
“como sucede casi siempre la “gasolina” se le acaba al frente frío cuando pasa
por el centro y muy poco (o nada) llega al lejano oriente”.
Puede
parecer una broma. Pero lo que sí muchos conversan – desde los abuelos hasta
los más jóvenes – es de las variaciones del clima en los últimos años, de las
noticias reiteradas, casi a diario, de fenómenos naturales extremos en muchas
partes del mundo, del aumento de la temperatura global y en nuestro caso, de los
inviernos cada vez más cortos, aunque a veces más intensos y en días ya casi
inesperados.
Por eso estos días de frío en Pinar
del Río y La Habana han sido noticia, llamaron la atención de muchos,
provocaron que fotógrafos y reporteros le dedicaran tanto tiempo.
Para
algunos, la fugacidad de las bajas temperaturas – aún más si llueve- solo
provocan molestias para trasladarse, llevar los niños a las escuelas, llegar
hasta los centros de trabajo, afectaciones respiratorias y hasta gripes. Otros
lo disfrutan quedándose en casa abrigados, o van al Malecón a tirar fotos bajo
el oleaje que sobrepasa los límites de su muro, caminan bajo la lluvia y hasta
abrazan con más intensidad a sus parejas.
Y en
realidad, ¿qué se puede esperar de este invierno en Cuba? Creo que solo el paso
de los días lo dirá. Sé que muchos disfrutarían de un invierno estable, aunque
fuese intenso y compartieran la petición de Luis Ernesto cuando expresó su
deseo de “refrescar” aunque solo fuese por unas horas, del clima sofocante de la
región oriental.
Quizás en
broma pero reflejando un deseo pospuesto, también dirían a los que ya hemos
tenido – aunque corto – nuestro invierno: “les pido de todo corazón que no
salgan mucho a la calle entre hoy y mañana a ver si el frente no se debilita
mucho y nos llega aunque sea alguna ráfaga de fresquito. ¿Será mucho pedir?”.